La palanca de Arquímedes
Arquímedes fue un polímata de la antigua Grecia. Vivió hace más de 2.000 años en Siracusa (Sicilia), y era un extraordinario matemático, aunque también destacó como físico, astrónomo, ingeniero e inventor.
Formuló por primera vez los principios del funcionamiento de la palanca. Hay una cita que probablemente has escuchado, que reza: “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”.
La palanca nos permite levantar o mover cuerpos muy pesados con un esfuerzo reducido. Podemos decir que proporciona un efecto multiplicador en la fuerza aplicada.
Ilustración obtenida de Wikipedia
¿Por qué te cuento esto? Pues porque me da pie a comentar el famoso concepto de leverage que usan los anglosajones aplicándolo a la generación de riqueza.
Viene a ser algo así como las formas que están a tu disposición para multiplicar tus esfuerzos de alcanzar prosperidad.
El emprendedor e inversor Naval Ravikant comenta tres tipos de leverage o palancas:
Fuerza de trabajo
Es la forma más antigua de las tres, utilizada desde hace milenios. Apoyarse o apalancarse en el trabajo de otras personas, que trabajan para conseguir el objetivo del propietario o persona que coordina el esfuerzo.
No es una forma sencilla de apalancamiento, pero es muy necesaria. Las personas somos complicadas de gestionar, y nuestro esfuerzo está limitado por el tiempo disponible y nuestras capacidades.
De esa manera, si quieres aumentar sustancialmente el resultado final mediante la fuerza de trabajo, tienes que aumentar el número de personas realizando tareas.
Capital
El capital es una forma de leverage muy efectiva. Si usas capital para adquirir acciones de un buen negocio, verás como tu dinero invertido se revaloriza a largo plazo sin que tengas que dedicar esfuerzo.
Es un trabajador infatigable y, si alcanzas una cierta cantidad y lo inviertes adecuadamente, puedes vivir completamente de él.
Por eso los fondos de inversión que logran un cierto volumen son negocios magníficos. Imagínate Terry Smith de Fundsmith, gestionando decenas de miles de millones de euros.
Aunque aplique una comisión moderada, un 1% por ejemplo, el capital gestionado le proporciona unos ingentes beneficios. Obviamente ha tenido que construir una reputación y dar unos resultados, pero alcanzado un cierto nivel, el fondo es una máquina de generar efectivo.
El capital también te permite adquirir activos productivos que pueden generar más ingresos. Pensemos en las fábricas que producen bienes que compramos y necesitamos en nuestro día a día.
El principal inconveniente del capital es que para la mayoría de personas no es sencillo reunirlo en grandes cantidades.
Esto lo sabemos bien los inversores particulares, que generalmente necesitamos muchos años para construir una cartera decente. Acumular capital para invertir mediante el ahorro requiere tiempo y disciplina.
Si tu cartera es de 10 millones de euros y te proporciona una rentabilidad por dividendo del 3% anual, obtienes 300.000 euros al año. Suficiente para vivir de forma acomodada.
El inversor particular con una cartera de 10.000 y la misma rentabilidad por dividendo, obtiene 300. Así que la cantidad de capital de partida es el factor más determinante.
Productos sin coste marginal de replicación
Esta es una palanca relativamente reciente, e Internet la ha llevado a una expresión superior.
Si puedes crear algo por tu cuenta utilizando una cantidad de recursos moderada y reproducirlo un gran número de veces sin apenas coste, obtienes una forma poderosísima de leverage.
Necesitas un producto interesante, que cubra la necesidad de un gran número de personas. Si es digital, vas a poder fabricar 10.000 o 100.000 copias sin apenas esfuerzo.
Las nuevas fortunas se están haciendo en su mayoría utilizando formatos digitales. Un programa, un algoritmo, un activo digital que se reproduce a escala masiva con un coste marginal casi nulo.
Conclusión
Las palancas o formas de leverage más efectivas implican la creación de un producto con bajo o nulo coste marginal de replicación, o la acumulación de importantes cantidades de capital.
De cualquier manera, generalmente conllevan la posesión de algo, sea acciones de empresas, un libro o una canción que se ha reproducido millones de veces en Youtube.
Probablemente, crear o poseer un activo nunca había sido tan fácil como lo es ahora.